El Ejército de Israel confirmó que lanzó una ofensiva contra Irán, en represalia por el ataque con misiles del pasado primero de octubre. A través de un comunicado, poco después de que se reportaran explosiones en Teherán, las Fuerzas de Defensa informaron que habían dado inicio a las maniobras y que las “capacidades defensivas y ofensivas están plenamente movilizadas”.
"En respuesta a meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel, en este momento, las Fuerzas de Defensa de Israel están llevando a cabo ataques precisos contra objetivos militares en Irán", señala el escrito.
La UE y países del Golfo instan a frenar la “peligrosa escalada” en Medio OrienteLuego, recuerda que “el régimen de Irán y sus apoderados en la región han estado atacando implacablemente a Israel desde el 7 de octubre, en siete frentes, incluyendo ataques directos desde suelo iraní”, consignó Infobae.
Es por ello que el Ejército defendió que “como cualquier otro país soberano del mundo, el Estado de Israel tiene el derecho y el deber de responder”, destacando que “haremos todo lo que sea necesario para defender al país y al pueblo”.
Crece la tensión en Medio Oriente
Poco antes, Estados Unidos había desplegado varios aviones de combate F-16 de las unidades de la Fuerza Aérea que mantiene desplegada en la región, lo que sugería que podría producirse alguna acción de este estilo.
Desde el ataque del 1 de octubre, la comunidad internacional estuvo en alerta por la represalia que Israel tomaría contra el régimen persa. Inclusive, se conoció que el primer ministro Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, mantuvieron varias conversaciones con Joe Biden y su equipo, con el objetivo de evaluar estas acciones y evitar que la respuesta desencadenara una escalada grave.
Entre los objetivos que, según trascendió, el Ejército planeaba atacar, se encontraban instalaciones militares, petrolíferas y nucleares. Todas ellas son importantes para el régimen ya que, de una forma u otra, constituyen una suerte de pilar. Sin embargo, Biden había sido tajante al desaconsejar a su par un ataque sobre sitios nucleares y petrolíferos, ya que lo primero podría elevar al máximo la tensión, mientras que lo segundo podría disparar el precio del crudo en todo el mundo.
“Si yo estuviera en su lugar, pensaría en otras alternativas”, sostuvo el mandatario estadounidense, a la par que reconocía el derecho de Israel a responder a la agresión de Teherán.
Es por ello que los objetivos militares comenzaron a parecer la alternativa más factible de esta represalia. De hecho, Michael Allen, ex funcionario del Consejo de Seguridad Nacional en la administración de George W. Bush y socio de Beacon Global Strategies, una firma de asesoría de seguridad, explicó que hacerlo tendría un doble efecto ya que no solo permitiría enviar un mensaje al régimen sino que, a su vez, limitaría su capacidad en futuros ataques. “No van a desperdiciar una bala, creo que va a ser un objetivo muy decidido”, apuntó.